La falta de información es abono para la demagogia barata y la creación de conflictos sociales donde no los hay. Desde hace mucho tiempo se viene hablando de la situación lingüística del Aragón oriental o Franja. En esta tierra se habla una variedad aragonesa de la lengua catalana y ¿por qué digo que es catalán? porque lingüísticamente así es. No soy de Esquerra ni pancatalanista ni quiero que fraga se anexione a Lleida y de hecho estoy muy orgulloso de todos los rincones de mi tierra con las mugas como están. ¿Por qué hay reticencia en llamar a las hablas orientales "Aragonés Oriental"? Hay varios puntos que desde mi ambiesta habría que tener en cuenta. Primero, la lengua que allí se habla tiene un fuerte sustrato del aragonés pero no es aragonés (también el habla de Zaragoza tiene un fuerte sustrato aragonés siendo lengua castellana) y según lo que parece al oirlas hablar y lo que dicen los eruditos de las lenguas es una variedad del catalán similar al valenciano. Segundo, el hecho de llamarlo aragones desde mi punto de vista podría originar problemas en la regulación y normalización del verdadero aragonés ya que el número de hablantes de catalán de Aragón es bastante superior al otro y podría darse el caso de que la gramática y vocabulario oriental acabara por sobreponerse a la lengua con menor numero de hablantes. Tercero, la lengua no es política y como tranquilamente asumimos que en Aragón se habla castellano es contradictorio encontrar problemas en que a lo que se habla en la franja se le llame catalán.
Esta es mi opinión personal acerca de un debate al que considero el árbol que no deja ver el bosque, y en el que se está gastando tinta, tiempo, esfuerzos y paciencia en negar, cabrear y enfrentar a gente por la sencilla razón de querer dotarles de un derecho fundamental del ser humano.
Esta es mi opinión personal acerca de un debate al que considero el árbol que no deja ver el bosque, y en el que se está gastando tinta, tiempo, esfuerzos y paciencia en negar, cabrear y enfrentar a gente por la sencilla razón de querer dotarles de un derecho fundamental del ser humano.